El alquiler de vivienda habitual es hoy un valor al alza que sin duda, en determinados momentos, nos ofrece alternativas interesantes para nuestra calidad de vida.
Pero no es lo mismo ceder el uso de tu vivienda que venderla, no es lo mismo habitarla durante un tiempo que comprarla, ten siempre presente qué papel juegas y sobre todo ponte en el lugar del otro.
Ya seas arrendador/propietario o inquilino, te conviene tener en cuenta estos consejos:
PROPIETARIO:
- La vivienda hay que presentarla en buen estado, pintura, suelos, puertas, ventanas, baños, cocina, y ser consciente de los ciclos de vida útil y del normal desgaste por uso. Si la vivienda está en buenas condiciones atraerás mejores inquilinos.
- La Comunidad de Propietarios, el IBI, el seguro del hogar son gastos que atañen directamente a la propiedad y no deben dejarse en manos del inquilino.
- La Ley de Arrendamientos no es perfecta, conviene que tu contrato contemple todo lo que te preocupe, y que se redacte de forma sencilla. Es mejor un poco más de texto que lamentarse después.
- Ten siempre presente la fiscalidad del alquiler, deposita la fianza en el organismo público competente, el cobro de la renta gestiónalo siempre por banco.
- Si tienes unas condiciones mínimas para alquilar tu vivienda, no bajes el listón porque se interese un amigo o familiar, seleccionar bien es clave.
- No seas permisivo con los retrasos en los pagos, el contrato está para cumplirlo y si no se puede cumplir se acuerda una resolución amistosa.
INQUILINO:
- Pide siempre que te faciliten las condiciones del alquiler por escrito antes de entregar cantidad alguna por adelantado. Infórmate bien de tus derechos como inquilino y no permitas cláusulas dudosas o abusivas.
- Acuerda con el propietario un inventario de enseres y de estado de entrega, si está amueblado conviene compartir fotos.
- Da un buen trato a la vivienda. Sé consciente de que un buen uso ayuda a que, en caso de avería, el propietario no ponga pegas a repararlo. Si las pone, pide factura con descripción clara del problema y de su solución.
- No discutas con tu arrendador, no conduce a nada bueno, no tenéis que entenderos en todo pero si respetaros. Y cuando llegue el momento de terminar hazlo con el preaviso claro y suficiente.
- Exige y cumple siempre con la fiscalidad del alquiler, es tu obligación y te beneficia dándote acceso a ayudas cuando procedan.
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